Brunch by Night: la fiesta que despidió el verano con un viaje sonoro bajo las estrellas
- Wen Posada
- 21 sept
- 2 Min. de lectura
El pasado sábado 20 de septiembre, el Parc del Fòrum en Barcelona se transformó en el escenario del cierre más espectacular del verano: el fin de temporada del Brunch Electronik, pero esta vez con una vuelta de tuerca que lo elevó: Brunch by Night. Una auténtica oda al techno melódico y una fiesta que quedó grabada en la retina de todos los presentes.
Ambientazo desde el inicio
Al caer la tarde, el Fòrum empezó a vibrar con una energía distinta: la brisa marina, los últimos rayos de sol disolviéndose en el horizonte y una multitud expectante. Un opening acertadísimo con Indra Traferri arrancando la cuenta atrás en solitario, seguido de Plastik Funk (que calentaron el ambiente con su groove), Henri Bergmann y Rivo. Cada uno aportó su sello, creando una tensión musical maravillosa: sabes que algo grande está por venir.
ARTBAT: el viaje sonoro bajo las estrellas
Cuando ARTBAT tomó los decks, la atmósfera cambió radicalmente: un ritual al ritmo de bombos potentes, líneas melódicas profundas, esos builds que erizan la piel. Interpretaron himnos que ya forman parte del ADN del Brunch. Pero más allá del repertorio: la conexión entre el beat y el público, esa sensación de comunión, de estar todos flotando sobre el mismo pulso electrónico.
El formato nocturno les sienta de maravilla: la oscuridad añade misterio, cada destello de luz provoca un impacto mayor, cada drop retumba más profundo. Fue un ARTBAT mágico, equilibrado; un trip audio-espacial que convirtió el Parc del Fòrum en un templo de techno melódico.
El cierre perfecto de temporada
No solo se trató de ARTBAT. Fue el conjunto: el line-up, la producción, el ambiente, la multitud entregada… Todo fue orquestado con exquisitez. Era la despedida del verano, y lo fue con mayúsculas: hasta las 3 de la madrugada, baile, sonrisas, gente sudada, amigos reencontrados, primeras cervezas nocturnas, olas de luces, sensaciones a flor de piel.
El espacio también fue clave: al aire libre, con vistas al mar, el espacio amplio que respira, pero íntimo al mismo tiempo cuando la música te envuelve. Una comunión entre escenario, público y sonido que pocas veces se logra con tanta precisión.
Salir de esta fiesta es llevar consigo algo más que el recuerdo de buenos tracks: es tener la impresión de que algo se cerró y algo nuevo nace. Brunch Electronik by Night no solo cierra temporada; abre una nueva vía para la música electrónica en Barcelona: más nocturna, más intensa, más experiencial.
Si tuviera que ponerle nota, sería un sólido 10/10. Y ya estoy deseando que llegue la próxima temporada: porque si todo lo que rodea al cierre fue así, lo que venga no puede ser menos.










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