Grabados, surrealismo y emoción: Tribeca se viste de Barcelona
- Wen Posada
- 14 sept
- 2 Min. de lectura

En Tribeca siempre pasan cosas, pero esta temporada un pedazo de Barcelona aterriza en el barrio con acento grabado. La Salomon Arts Gallery abre sus puertas a Joan Barbarà and Studio 46: The School of Masters, una exposición que celebra al mítico maestro catalán y conecta su legado con dos voces contemporáneas: Juliana Plexxo y Ron Silver. Hasta el 27 de septiembre, el downtown neoyorquino se convierte en escenario de un diálogo artístico que cruza océanos.
El proyecto recupera la figura de Joan Barbarà (1927–2013), el artesano visionario que fundó Studio 46 en los 60 y que trabajó codo a codo con Picasso, Miró, Dalí o Chagall. Su taller fue más que un espacio: fue un laboratorio de innovación que convirtió el grabado en un lenguaje del siglo XX. En la muestra, se puede ver desde su célebre Guernika (1987) hasta piezas que revelan su obsesión por la perfección técnica y por la idea del taller como una escuela de pensamiento colectivo.

Pero no todo es memoria. Juliana Plexxo, formada en Studio 46 bajo la tutela de Virgili Barbarà, aporta el pulso de la nueva generación. Su estética surrealista y rebelde, reconocida internacionalmente, dialoga con el rigor de la tradición que heredó. A su lado, el neoyorquino Ron Silver trae la energía visceral de sus pinceladas y la emoción de un artista que encontró en el grabado un medio para reinventarse tras tres décadas de carrera.
El vernissage reunió a críticos, coleccionistas y amantes del arte, además de caras conocidas como Federico Castelluccio, eterno Furio en Los Soprano, el editor Michael Reiss, o el escultor John Crawford. Entre copas y conversaciones, se respiraba la sensación de estar asistiendo a un cruce cultural que promete continuidad: este es solo el primer capítulo de una serie de colaboraciones entre Barcelona y Nueva York.
La propia galería, fundada en los años 70 y con fama de descubrir talentos internacionales, refuerza así su compromiso con tender puentes entre tradiciones. Durante septiembre, el espacio acogerá visitas guiadas, charlas y encuentros con los artistas, invitando al público neoyorquino a sumergirse en la historia de Studio 46 y a vivir la experiencia del grabado de cerca.

En definitiva, Joan Barbarà and Studio 46: The School of Masters no es solo una exposición: es un viaje. Una inmersión en la memoria de un maestro que hizo del grabado un arte mayor, unida al pulso de dos artistas que prueban que el legado de Studio 46 sigue vivo y en expansión. Y por unos días, ese latido se escucha con fuerza en las calles de Tribeca.










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